DESARROLLO DE LA MEMORIA
Cuanto más familiarizados estén los niños con
los objetos, mejor pueden recordarlos. También pueden recordar mejor el
material cuando los objetos parecen tener una relación entre sí. Por ejemplo,
una mesa y una silla.
Los niños recuerdan mejor cuando están
motivados para dominar destrezas en general. La motivación hacia la destreza
hace referencia a la tendencia de un niño a ser independiente, utilizar
estrategias para resolver problemas y tratar de realizar tareas difíciles.
En una investigación en la que se
observó lo que los niños hacían con diversos juguetes, se vio que los niños que
utilizan determinados objetos tienen más probabilidad de recordarlos. Por
ejemplo, los niños que dieron un nombre, agruparon o dedicaron tiempo a pensar
o repetir los nombres de los juguetes (es decir, utilizaron estrategias para
ayudarse a recordar) recordaron mejor que quienes hicieron menos de estas
actividades.
La memoria en la niñez
No obstante, los recuerdos pueden existir
aunque una persona no sea consciente de ellos, y recuerdos profundos pueden
afectar el comportamiento de una persona sin que se entienda su origen. Para
demostrar esto, en una investigación, a niños de nueve y diez años se les
mostraron fotografías, algunas de compañeros de preescolar a quienes no habían
visto en cinco años o más y otras de niños que no habían conocido nunca, y se midió
la conductividad de la piel (impulsos eléctricos de la piel). En los niños que
vieron las fotos de antiguos compañeros aparecieron respuestas positivas
incluso cuando no eran conscientes de reconocer las caras (Newcombe y Fox,
1994).
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